Ingredientes:
(8 personas)
- 150 g de azúcar
- 100 ml de agua
- 5 yemas de huevo
- 300 ml de crema de leche (nata líquida) con amenos 3 horas de refrigeración
- 100 g de chocolate blanco troceado
- 150 g de chocolate negro troceado
En una olla pequeña pon el azúcar con el agua y lleva a ebullición. Deja hervir sin revolver entre 7 y 10 minutos o hasta que se forme un almíbar espeso.
Bate las yemas hasta que estén espumosas y poco a poco agrégales el almíbar hirviendo. Bate hasta que la mezcla haya triplicado su volumen y esté mas espesa (el almíbar caliente hará que las yemas se cocinen).
Derrite los dos tipos de chocolate en recipientes separados a baño maría. Bate la crema de leche fría a punto nieve.
Divide equitativamente la mezcla de yemas entre los dos tipos de chocolates derretidos, y luego añade la mitad de la crema batida en cada recipiente. Revuelve de manera envolvente con la ayuda de una espátula.
Forra un molde rectangular con papel plástico film y vierte la mezcla de chocolate negro en éste. Llévalo al congelador durante 1 hora o hasta que la superficie esté firme, y mientras tanto guarda la mezcla de chocolate blanco en el refrigerador.
Vierte la mezcla de chocolate blanco encima de la de chocolate negro y lleva al congelador durante 8 horas más. Desmolda, ¡y disfruta!
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